"Full Time" más que un disco, es un grito. El título se me ocurrió en medio de una guardia en la puerta del hospital de clínicas de Montevideo. Se llamaban guardias "full time" aquellas en las que uno estaba disponible ininterrumpidamente por 24 horas. A mi no me gustaban las guardias sobre todo porque a medida que iban pasando las horas uno se iba cansando y la sensación de que en cualquier momento se podía meter la pata era insoportable.

Por esos años me ganaba la vida dando clases de guitarra: tenía un montón de alumnos. Algunos de ellos hoy en día son músicos profesionales y agradezco haber tenido la oportunidad de conocerlos y sobre todo, de contar actualmente con su amistad. Además, cursaba el postgrado de otorrinolaringología, había empezado una maestría en ciencias, iba al taller de composición de Coriún Aharonián, ensayaba con mi banda y tocaba bastante seguido. Casi no dormía. Tenía un insomnio crónico y problemas digestivos que me llevaron a hacer una úlcera de estómago.

En una de mis noches de mal dormir me desperté de golpe con el estribillo de la canción "Full Time" enterito en la cabeza. Lo escribí en el primer papel que encontré en la oscuridad tratando de no despertar a mi novia. Después estuve como una semana llamando a mis hermanos y a mis amigos y preguntándoles por teléfono si les sonaba de algún lado "cargo con la pesada cruz de ser libre..." Cuando por fin me convencí de que era mío, me junté con Fabián Krut y terminamos de escribir la letra. A mi siempre me había interesado el tema de la libertad. Desde que el hombre es hombre es uno de los "grandes" temas, junto a "el amor", "la muerte", "la felicidad" y no muchos más. En particular, en ese momento me atormentaba tomar decisiones que iban a tener implicancias para el resto de mi vida. Sentía que me gustaban demasiadas cosas y que vivía todo el tiempo corriendo atrás de algo nebuloso que no lograba definir. "Full time" es el grito existencial de alguien que no logra desatar el nudo y que siente que el tiempo se le está acabando.

Al Polonio.

En el verano del 2000 nos fuimos con Fabián y mi hermano Diego al Cabo Polonio. De esa estadía en el Cabo y en parcería con Fabián surgieron "Hasta entrar la luz" y "Aves de paso", que terminé grabando en Full Time, y también " Qué Calor Bó", "Living La Vida Con Jerry" (a trío con Fabián y Diego), y "Del 2 Al 70", que ellos grabaron en el segundo disco de "Cursi".

"Dinero" la escribí una noche en el Cabo. Esta canción también bajó en medio de un sueño: cada vez que voy al Cabo demoro 3 o 4 días en entrar en sintonía con la falta de electricidad, de luz, de tv, radio... etc. Cuando me empiezo a sentir cómodo se me acaba el dinero y me tengo que volver a Montevideo.

Gozás mi amor, La no identidad.

"Gozas mi amor" al igual que "Dinero" también está escrita en compás de cinco y fue originalmente un ejercicio del taller de composición de Coriún. La consigna era hacer una canción bailable... El resultado demuestra claramente lo poco que entiendo de “bailabilidad”.

En una conversación le escuché decir a Fernando Cabrera que el Uruguay es un país de identidad adolescente. Ese fue el puntapié inicial de "La no identidad", una especie de candombe amorfo con un collage sonoro al final donde todo vale.

La murga “Los Rebeldes”.

Un año antes de grabar el disco participé de un recital en el teatro Macció de San José. Me acuerdo que el productor me llamó y me dijo que iba a estar la murga "Los Rebeldes". Yo entendía muy poco de murga así que lo miré con desconfianza cuando me dijo que sería bueno que hiciéramos algo juntos. Grabé "Full Time" con viola y voz y se la mandé por mail a Fito Lacava, el director de la murga. Un par de días después, fui a ensayar con ellos a un club de barrio en San José y me paré frente a un semicírculo de unas 15 personas. Arranqué cantando el primer estribillo sólo; cuando arrancó el segundo estribillo los 15 tipos abrieron la boca y el escalofrío que me corrió por la espalda me lo acuerdo hasta hoy en día. Inmediatamente supe que la tenía que grabar con ellos. Así fue que con Gonzalo Gutiérrez (el productor de Full Time), nos fuimos hasta San José con nuestros micrófonos y en el propio Teatro Macció paramos a la murga en el escenario y registramos en vivo el coro que a la larga terminó abriendo el disco. Después se sumó Carlitos Casacuberta a meter guitarras distosionadas y samples de los Chemical Brothers. Carlos también participó en la producción de "Los diseños de tu boca".

Los meses de grabación en el estudio rural.

Cachito Rodriguez, amigo músico, percusionista, andaba separándose y se vino con nosotros al estudio rural "Cerro De Las Espinas" a pasar varias semanas. Fue central su participación en "Milagro en Milán", "Nueva Persona", "Aves De Paso", " La No Identidad" y "La Letra Del Alma". También pasó largas temporadas en el campo con nosotros mi queridísimo Nicolás Parrillo. Todas las baterías del disco las grabó Nico.

En plena grabación cayó mi hermano Jorge con un Kaoss Pad de regalo... Fue como ponerle una metralleta en la mano a un mono. Entre el Kaoss Pad y el descubrimiento de los loops hicimos (o deshicimos?) gran parte del disco.

Desnudo en la tapa.

Cuando fuimos a hacer el arte del disco se me ocurrió la inocente idea de salir desnudo en la tapa con un relojito tapándome las partes......Me acuerdo que hicimos como 3000 afiches grandes y que los pegatineros tuvieron la idea de empapelar toda la manzana alrededor del consultorio en el que yo seguía ejerciendo como médico. Ese día, cada vez que salía a la sala de espera a llamar un paciente sentía un murmullo mezclado con sonrisas cómplices.

Gira Full Time.

"Full Time" fue el primer disco que me puso en la ruta. En el 2001, en plena crisis económica y en plena epidemia de fiebre aftosa, salimos en una camioneta a recorrer prácticamente todo el país. Arriba de la camioneta iban Gonzalo Gutiérrez, mi hermano Diego (que tocó el bajo), Nico Parrillo, Fito Lacava, Martín Mallada, Maiko Gudefin, Nacho Chapper y Carlitos Paredes (de la murga “Los Rebeldes”), nuestro productor Mauricio Martinez y el inigualable Julio al volante. Hicimos casi 7000 kilómetros y hasta hoy en día, recuerdo esos momentos como de uno de los más felices de mi vida. El grupo de la gira atesora muchísimas anécdotas que cada vez que nos encontramos volvemos a revivir como si fuésemos veteranos de alguna batalla épica.

Daniel Drexler.
Montevideo, marzo de 2012.